Sofía Niño de Rivera ya es una institución del stand up en nuestro país. Si bien no es la primera comediante de autor sí es la que abrió el camino para que más gente se fijara en este género.
¿Qué se siente ser una estrella de stand up?
Es muy raro ser famosa en un género nuevo, porque si fuera una estrella de cine sería un medio en el que por lo menos alguien te puede guiar. El stand up es muy individual y reciente en el país, pero se siente muy padre ser una de las personas que más reconocen aquí en este género.
¿Dónde aprendiste? ¿Cuándo decidiste que querías hacer esto?
Desde chiquita estuve apegada a la cultura gringa, siempre leía y veía caricaturas en inglés. Mi papá me ponía comedia española, cubana y de otros países pero casi nunca mexicana. Por eso mi sentido del humor fue evolucionando hacia otro lado y cuando vi por primera vez un stand up en Nueva York dije “esto es lo que quiero hacer”. Empecé sola y desués tuve ayuda de algunas personas como Bruno Bichir, quien me ayudo a pararme en el escenario. Le enseñe mi primera rutina y me ayudo a pulirla. Antes de eso tomé un taller de clown, mi maestro me ayudó mucho a encontrar mi comedia física. Estuve un año haciendo stand up como dios me dio a entender porque nadie daba clases, no le podía aprender mucho a nadie, entonces me fui a Nueva York a tomar un taller y vivir la escencia del stand up.
De toda la escena que ha surgido alrededor de ti ¿tienes algún favorito?
Carlos Vallarta, Mau Nieto, Daniel Sosa y Alex Fernández.
Además del stand up, haces videos en que tocas temas como el matrimonio igualitario y los debates de Trump ¿Cuál es tu responsabilidad como figura pública? ¿Qué tan difícil es abordar temas controversiales?
Para mí la comedia es una herramienta muy buena para hablar de cualquier tema social y digerirlo mejor. Hay gente que toma muy enserio mis videos sin darse cuenta de que soy comediante. Finalmente, sí trato de burlarme de lo que pasa, pero dejó un mensaje social. La responsabilidad que tengo es meramente conmigo, estoy dentro de mis limites morales y profesionales, no sobre qué va a pensar la gente, porque ahorita vivimos en un mundo donde todos se enojan por todo, entonces si pensara así no podría hacer nada. Trato de ser lo más honesta que pueda sobre el tema del que hablo, espero que eso ayude a los demás. Algo que aprendí en Nueva York es que los comediantes siempre escriben el segundo borrador de la historia. A través de una mente honesta y sarcástica un tema es muy diferente que cuando lo ves en un noticiario.
¿Has tenido algún problema fuerte? ¿Algo más allá de los haters?
Siempre hay gente con su propia opinión y personas que me dicen “tú sólo dedícate a la comedia” pero nunca ha pasado nada más.
Estuviste en TEDx, ¿cómo llegaste ahí?
No sé cómo me contactaron, soy fan de TEDx pero nunca había dado una plática. Fue justo antes de grabar mi especial de Netflix. Me senté a meditar sobre lo que aprendí después de haber renunciado a mi trabajo para hacer stand up. Decidí hablar de mi historia porque genuinamente es lo que más me costó aprender y me causó mucho conflicto.
Eres un punto de referencia, una figura femenina a nivel nacional. ¿Hubo algo en específico que querías resaltar en tu rutina para Netflix?
Son seis años de trabajo reflejados ahí, hay material de hace cinco y más reciente. Puse el material más fuerte que tenía y lo elegí con cuidado. Lo que más trabajo me costó fue ver que no iba a volver a hacer ese trabajo.
¿Te consideras feminista?
No. De hecho una parte de mi rutina es sobre feminismo. Considero que el mundo está viviendo un feminismo muy agresivo y enojadas no vamos a llegar a ningún lado. No me gusta que estén separando a las mujeres de los hombres, aunque seamos diferentes. Cada quien tiene que marcar su camino sin importar el género.
¿Qué crees que le falte a la escena stand up en México?
Tiempo y escuela. A muchos les falta escuela, porque hay una teoría del stand up, hay forma de escribirlo. Te tienes que empapar de otro tipo de comedia del género que quieras hacer para poder crecer.