Nunca se es demasiado pequeño para soñar, esa es la premisa de El último teatro del mundo, una obra infantil que regresa a los escenarios de La Teatrería.
La obra nos cuenta la historia de Pina, una pequeña catarina con una gran inquietud: la de alcanzar su sueño. Ella decide ir en busca del último teatro del mundo y junto a sus amigos insectos, que viven en una combi desgastada, vivirán divertidas aventuras para llegar hasta él.
La puesta en escena nos hace reflexionar sobre quiénes somos y qué podemos hacer para cumplir nuestras metas. El director, José Manuel López Velarde, nos cuenta que se trata de “una carta de amor al teatro, es una historia en donde los mismos personajes redescubren el significado de éste. No se sustenta en medios tecnológicos sino en la imaginación de los pequeños”.
La obra tiene una lectura muy accesible para los niños como también la tiene para los adultos, todos pueden ir a verla y disfrutar de la experiencia. El personaje principal, Pina, interactúa con el público a través de un traductor de insectos en tiempo real. Además el show cuenta con música en vivo, interpretada con instrumentos poco convencionales. La mayoría de éstos están hechos de basura; guitarras de latas, flautas de plástico y tambores de cubetas.
Los vestuarios y la escenografía nos remiten a una época apocalíptica, en palabras del director, que promueven la idea de reusar y reutilizar. Todos los elementos de la obra fueron creadas a partir de materiales reciclados.