Restaurantes en San Luis Potosí

“La Casa de la Virreina” es un inmueble del siglo XVIII ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de San Luis Potosí. La carta tiene los desayunos que amamos y que son infalibles. Hay huevos con chorizo y salsa de molcajete, omelettes o molletes con chicharrón. Para comer puedes comenzar con una sopa de tortilla o un consomé del virrey con pollo y queso amarillo. Hay carnes a la parrilla como el filete especial del virrey con tocino; antojitos mexicanos que van desde las enchiladas potosinas a un cabrito adobado. 

Basta probar uno de sus platillos para dejarte con la boca abierta. Es difícil elegir entre las enchiladas potosinas, el asado de boda, los bocoles con cecina o un revoltillo, por ello debes pedir la huastecada (para una o dos personas). Este enorme platillo incluye enchiladas huastecas o potosinas, cecina, zacahuil, bocoles –similares a las gorditas pero de mayor grosor–, tamales en hoja de plátano, chorizo y frijoles negros refritos. 

Si quieres probar las pizzas más deliciosas de San Luis Potosí, a La Consagrada tienes que venir. Este lugar retoma ingredientes típicos mexicanos y los fusiona para lograr alimentos y cocteles únicos. Toda la comida está hecha con ingredientes de calidad, las porciones son muy generosas y el ambiente es chic y bohemio. Se rifaron con la decoración, es una mezcla de la creativa kitsch del santoral, las cantinas y los mercados mexicanos. 

Después de nuestra visita nos gustó llamar a esta cafetería un comodín de la capital de San Luis Potosí. Es un espacio relajado que te recuerda a cualquier café de tintes bohemios de Coyoacán en la Ciudad de México, el edificio tiene el encanto colonial. Es un comodín porque bien puedes comer una pizza o una baguette, como enchiladas suizas, hamburguesas o gringas al pastor.

Los sabores son equilibrados y las presentaciones generosas sin estar atascadas. Pedimos unas enchiladas suizas, la salsa verde estaba cremosa, sazonada al punto y guardaba un gran sabor a tomate. Luego el bagel de salmón con queso crema llegó sin nada de tacañerías, abundancia y frescura en el pan y el relleno, acompañado de chips de papas fritas. 

Este restaurante se ubica en una casona con un patio central. El espacio está completamente renovado, aunque conserva los toques de antaño que le facilitan elegancia y aires eclécticos para que una familia festeje una cena de lujo, una pareja pase un momento romántico y grácil, o se reúnan por la tarde un grupo de ejecutivos a discutir negocios. La carta es de cocina mexicana.