En la Ciudad de México puedes comer en los mejores restaurantes de mariscos, tienes los restaurantes de comida mexicana y hasta las tiendas gourmet. No olvides conocer los restaurantes y cafés con comida vegana.
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Comida rápida en la CDMX
Es uno de los corredores culturales más esperados de la Condesa, tiene tres pisos y además funciona como mercado gastronómico, cuenta con ludoteca y será un espacio abierto para numerosas actividades recreativas. Comunal trajo a la colonia conceptos como Amati Deli, una de las cafeterías favoritas de Polanco que al puro estilo francés ofrece desayunos vegetarianos como baguettes, y pastas y ensaladas para la hora de la comida. También llegó otro favorito y clásico de la Del Valle: Los Chamorros de Tlacoquemécatl, cuya oferta de chamorros enteros de cerdo horneados te pondrá muy contento.
También hay espacio para las propuestas jóvenes como Bacon Bar, especialistas en hamburguesas y mac & cheese, este último cocinado con cerveza porter y servido con enormes trozos de tocino. En cuanto a las hamburguesas no hay error en la elección, pero la bacon boss burger con Sriracha fue nuestra favorita; muy buena sazón en la carne que muelen ahí mismo y que emparedan al término de cocción que pidas. Comunal tiene algunas desventajas, como los elevados precios que son inherentes a la colonia y que durante el día el sol pega demasiado en la terraza; pero poniendo esto de lado, encontrarás un lugar más que promueve comunidad social y gastronómica.
Desde que Parque Bistro Delta cerró sus puertas, los vecinos de la Narvarte se quedaron con ganas de lugares para relajarse y encontrar sabores novedosos. Ahora llega al quite un nuevo comedor.
La noticia de la apertura de Barrio Narvarte corre de boca en boca, y no es difícil encontrarlo cada noche atiborrado de gente pues se trata de un nuevo mercado gastronómico. Hay comida argentina, mariscos, vegetariana, ensaladas, burros, hot dogs y un expendio de cervezas artesanales con personalidad vikinga.
Sobresalen dos propuestas poco conocidas en la ciudad. La primera es Enchilango, cuya misión es rescatar recetas antiguas de enchiladas. Ofrecen enchiladas sin tortilla. ¿Cómo es esto? Usan queso Oaxaca para hacer una tortita que en la plancha endurece; después se rellena y se baña con la salsa a elegir: verde, chipotle, rosa (cremosa), o minera. La porción es de cuatro y la verdad es que no caen de peso. El queso es de buena calidad y mantiene su relleno. Además, las salsas son apetitosas, herbales y con un toque de pueblo.
El otro lugar, además perfecto para el postre, es la sucursal de Salem Witch Coffee & Store. Con temática involucra brujas, pócimas y hechizos; hay lecturas de runas, tableros de ouija y parafernalia de brujas. Ve por sus smoothies de taro y para postre, el cheesecake de nuez con hojaldre.
Un lugar necesario para la colonia. El ambiente se pone mejor alrededor de las 8pm, pero también está la ventaja de que algunos negocios abren desde temprano.
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Es el mercadito de Chapultepec, Zona Rosa y Roma. Digo mercadito porque en comparación a otros mercados gastronómicos, Corredor Salamanca alberga 16 locales; pero eso sí, cada propuesta muy diferente a sus vecinas y con un Pong Bar, para jugar pingpong y beerpong. Entra con mucha hambre a lo que parece un depósito de contenedores industriales. Te reciben Fractal Café e Ice Cream Nation, uno para el lavantón de cafeína con especialidades como prensa francesa, carajillos y café de Coatepec, Veracruz; mientras que la nación de los helados es un espectáculo de nitrógeno en batidora, para que tu helado de vainilla, Bailey’s o chocolate con matcha quede cremosamente maleable. La primera parada fue en Joinos Bagels, en donde te conviene llegar sonriente y saludar a quien atiende porque tienen precio preferencial a los “buena vibra”, con descuentos de hasta 10 pesos. Lleva tu mejor cara (o no) para que pruebes el pizza bagel, y me lo cuentes porque ese día se había terminado, o el sr. petrone, con alitas boneless de pollo con salsa estilo hot (búfalo) y aderezo de queso azul, perfecto para quien ama este bocadillo. Me gustó pero estoy seguro que tienen mejores opciones. Haz cualquiera de los sándwiches combo por $40 y pide las papas con queso.
Mientras llegaba mi bagel pedí una costra de queso con camarones de El Chiltepín, los indicados para el antojo de mariscos en el corredor. Si te gusta el atún fresco tienen el trío de tostadas que cumplen perfecto como un entrante, sobre to
Cuando la carga de trabajo llega a niveles cimeros, probablemente quieras comer algo rápido o comprar algo preparado y listo para llevar. Arewa se trata de alimentos "ready to go", es fácil, exprés, y aunque nada barato, cumple los requisitos para que los que nos apellidamos Godínez de Polanco no nos quedemos con hambre o recurramos a la garnacha a pesar de las prisas.
Su ubicación es estratégica en Masaryk, a unos pasos de Mariano Escobedo. El local de dos pisos te permite sentarte a comer, el pizarrón en la entrada te informa el menú del día con sopas, sándwiches y guisados, cada elemento se vende por separado y los precios oscilan entre $40 y $100, según sea una sopa de pasta o unas costillas en salsa.
La comida en los refrigeradores sigue la línea del deli, con baguettes y sándwiches que te pueden calentar. Probé dos, uno de jamón curado en miel y otro de pollo con queso roquefort, con chapata y baguette respectivamente. El pan es artesanal así que a pesar de estar refrigerado queda crujiente con la horneada, llevaban suficiente jamón y pollo con los sabores a miel y queso azul perfectamente determinados; y eso sí, compra uno para “echar un lunch”, dos para que sientas que hiciste la comida completa. El costo promedio de los sándwiches va de $40 a $90, incluyendo los de pan de barra que te recomendaría para desayunar.
Las pastas me parecieron caras por la cantidad que se ve en los recipientes plásticos, pero tendría que probarlas para emitir un dictamen final. Las opcion
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El tren de los mercados gastronómicos aún no llega a su terminal de destino. Ahora, además de cubrir más colonias y dar a conocer las mejores cocinas de la CDMX, el concepto gourmet evoluciona para unir las cocinas de Latinoamérica en un comedor, el de los Milagros.
La imagen del concepto tiene el soplo kitsch que no podía faltar, con rojos, verdes y dorados, así como imágenes católicas religiosas, justo como lo encontrarías en un hogar latino. Esta, “La casa de los latinos”, tiene dos pisos, es abierta para que entre aire y luz, pero con la reserva suficiente para comer en santa paz. Las bancas de madera en el comedor —primer piso— y las decoraciones y murales de la parte superior le dan a este mercado gastronómico la vida y alegría que nos caracterizan culturalmente.
Hay siete nacionalidades comestibles: Venezuela, Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay, Perú y México. Aprovecha la feijoada, los ceviches y las pizzas; pero si necesitas una guía rápida, los imperdibles son los choripanes de Ásame Mucho, las arepas de La Carajita y los espetinhos con pan de ajo de Meu. Prueba todo el sabor de nuestra sangre latina y no olvides pedir tu milagrito.
Bull and Tank, el equipo –imperio– gastronómico conformado por Daniel Ovadía y Salvador Orozco extendieron el alcance de la comida israelí de Merkavá en esta versión rápida de pita, falafel y shawarma; pensado también para la comunidad judía ya que el pollo, la carne y el pavo que utilizan tienen certificación Kosher KMD. Con cada orden que entra a la cocina se hornea el pan en horno de piedra, una pita de grosor mediano, sabor ligero y consistencia suave; si te encanta, puedes comprarlas para llevar a casa.
El menú se divide en pitas, guarniciones y bebidas, así que pedir es fácil, siempre y cuando sepas qué es qué. Las opciones más recomendables son el steak n’ egg, relleno de carne de res con corazones de alcachofa, tahina –pasta de ajonjolí– y un huevo estrellado por encima; o la de res a las brasas con una sueva ensalada de papa y berenjena frita. Si la carne de res no es lo tuyo, está el shawarma de pavo con piña o el parguit de pollo. De las guarniciones pide la coliflor al horno, es entera y sazonada con zaatar y sal de grano, ideal para comer entre dos.
De las bebidas hay que irse por la cerveza artesanal o la kombucha, un fermentado de té con altas concentraciones de antioxidantes y digestivos, para que le entres todo lo que quieras al concepto de la pita y te recuperes después de la fiesta en su horario nocturno de los sábados.
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Después de Barrio Satélite es el más reciente espacio gastronómico en la región sateluca. No esperes una colosal variedad como en Mercado San Genaro o Mercado Molière, tampoco lo juzgues de pequeñín, lo que tiene de especial es que le dieron un estilo muy particular cuya personalidad se define por ladrillos, colores oscuros y aires rústicos que contrastan con murales y pinturas coloridas; tiene espacios visualmente artísticos comolos edificios aglomerados pintados en un muro, definiendo en rasgos resumidos la naturaleza de la CDMX. Local exclama individualidad con su ambientación y también permite un acercamiento más personal con los comensales, puedes tomar una mesa y el mesero te muestra las cartas de todos los establecimientos, así todos comen lo que prefieran.
Llevaron al norte de la ciudad establecimientos como We Love Burgers y Juan Molletes; también le reservan espacio a las propuestas locales, como Los Culichis con tostadas y comida sinaloense y Na7ivo Café, con su barra de café y frappés helados. De Taco Grill el placer es la costra de pastor servida con salsa verde y salsa tatemada; Ummo MX ofrece pizzas artesanales y pastas, el mac & cheese con aceite de trufa y la pizza de la casa son una de las majores opciones para comer. Las costillas de Pork & Famous estaban ligeramente secas, pero la salsa BBQ tradicional tiene un sabor agridulce que les combinó perfecto. Son poco más de 10 opciones y con la promesa de continuar incluyendo para que la gente descubra mayor va
Una opción refrescante en Río Lerma, aunque no la más barata, son las aguas de horchata caseras de un pequeño local adjunto a Las Polas.
Está el agua original ($46) de horchata con trozos de nuez, así como las opciones light y de soya ($48), para los intolerantes o los veganos. Las especiales son la horchata de coco ($55) y el agua de chaya ($36), una planta yucateca que contiene una enorme cantidad de vitaminas y minerales, y cuya fama de uso en la CDMX crece cada vez más. Las aguas saben hechas en casa, están en el punto medio de dulzor que le da gusto a los amantes de los postres y no altera la tolerancia de los que prefieren cuidar las calorías, lo que te permite beberlas por gusto o por sed. Todos los vasos son de 470 mililitros. Te lo dije, no son las más baratas, pero estarás comprando un producto que no te decepciona, tu sabrás.
También tienen algunos postres, como panqué de plátano o de zanahoria, que es el más recomendable, y los brownies tienen fama en la colonia.
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En Satélite no se quedaron atrás en el reinado de mercados gastronómicos. Barrio Satélite abrió sus puertas para ser el mediador entre la buena comida y la satisfacción del comensal. El estilo urbano juega con la mezcla de mesas de madera, murales y 15 locales de comida. Una buena opción para compartir en familia, amigable con el bolsillo y para regresar más de una vez.
El lado europeo llega con paella, tapas, pizza y pasta. Asia se presenta con sushi, ramen y yakimeshi. En Combinados Alta Cocina Callejera está la discada, con tocineta y chorizo marinados en cerveza. Cara Rota tiene una hamburguesa de carne de res rellena con queso cheddar que es imperdible.
Las recetas mexicanas se asoman por los rincones, como en La Guelaguetza, comida oaxaqueña con mole negro y tlayudas, muy tradicional. En Xula Pibil encuentras panuchos y tacos de cochinita en tortilla de harina.
Para rematar con el postre es obligatorio pasar a Heladinsky, fusión rusa-mexicana de sabores y nombres ganadores: Zar de chocolate (sal y pimienta negra), eeeh…putin (fresa y crema de coco) y nutella con whisky. Busca en Palomiux las rosetas de maíz favoritas de la casa: manzana verde con chile.
La barra de bebidas te ofrece cervezas artesanales, happy hour godín, shots y cocteles a $30, el lugar es pet friendly y no olvides preguntar por los platillos vegetarianos.
El concepto de food hall es simple, se trata de un lugar con áreas compartidas para sentarse a comer o tomar lo que hayas seleccionado de las diferentes propuestas gastronómicas.
Está conformado por 18 maneras distintas de aplicar la frase “barriga llena, corazón contento” y se encuentra dividido en dos pisos. Este mercado gastronómico (food hall) llegó a la Nápoles para ampliar la diversidad del menú y alivianar al bolsillo, también para variarle un poco a las reservaciones en los restaurantes formales.
Decidí recorrer todo el lugar y entré por la esquina de Kansas y Nueva York, me encontré directamente con una pequeña extensión de Teatique, la boutique de té con la combinación de aromas a frutas y hierbas compactados en cajitas de colores. Probé una tisana de piña y blueberry, para un abdomen plano –dice la cajita como promesa de felicidad–. El sabor es delicado, la piña pierde un poco su toque ante la esencia de blueberry y lo convierte en una bebida refrescante y no empalagosa, te recomiendo que la ordenes.
Busqué algo apetitoso para comer y fue en el segundo piso en donde percibí un olor a carne asada que me atrajo de inmediato. El local se llama Po Boys y su especialidad son las carnes al estilo BBQ; probé el corte st. louis de carne suave, aunque con un color y sabor que no fue tan potente como lo ofrecieron al principio. Como guarnición venía una ensalada de papa y medio elote, en realidad no ayudaron a mejorar el sabor de la salsa. La ensalada estaba pastosa, un poco
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