1. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  2. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  3. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  4. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  5. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  6. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  7. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  8. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  9. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal
  10. Foto: Alejandra Carbajal
    Foto: Alejandra Carbajal

Reseña

Paprika Cocina de Especias

3 de 5 estrellas
  • Restaurantes | Persa
  • precio 2 de 4
  • Roma
  • Crítica de Time Out
Publicidad

Time Out dice

Todos los mejores ingredientes del mundo árabe, desde el Medio Oriente hasta el Magreb, se congregan en los platillos de Paprika. Al pasar la vista por el menú hay que leer un par de veces la descripción para picar, mezclar y batir mentalmente cada uno de los ingredientes, sólo para llegar a la conclusión de que es mejor pedir al centro y probarlo todo. De hecho, existe una palabra en la cocina mediterránea y de Medio Oriente para describir esta acción: mezze. 

Este concepto lo retoma el menú de la chef Josefina Santacruz (creadora también de Sesame), y es una buena estrategia, ya que las porciones son pequeñas, y las opciones son abundantes y tentadoras. Cada platillo es traído a tu mesa en platos y presentaciones distintas, haciendo del missmatch parte de la personalidad del lugar, como si cada uno de ellos llegara a tu mesa desde Marruecos, Irán, Egipto, Israel... Todo crea un balance entre lo frito, lo fresco, lo dulce, la mejor carne y las proteínas vegetales.

De entrada, recomiendo el dip paprika (curry, semilla de cilantro, comino y chile de árbol) acompañado de chips de pita. Es el paso yogui del paladar, el calentamiento que lo acondiciona para las especias que vienen. Un mutabal, berenjenas rostizadas con jitomate, cebolla y especias dentro de un pan árabe calientito, termina de prepararte.

Mientras llegan los platillos, pide unos cocteles, creados magistralmente por Erick Ramos Durán, de los cuales (no por arruinar la fiesta) recomiendo los vírgenes. El agra, con calpis, cardamomo, canela y agua, es el Taj Mahal de las bebidas, mientras que el biblos (de té negro, té verde y pétalos de rosa) resulta infaliblemente refrescante. Son dos opciones perfectas para continuar la peregrinación por el desierto citadino.

Como segundo tiempo, cous cous verde es la opción fresca para acompañar. Es un platillo frío con pepino, hierbabuena, pimiento, cebolla morada, cilantro y limonetta. Si quieres probar algo más especiado, prueba el betabel rostizado, con canela y queso de cabra. Contrasta el sabor con la bastilla de pollo estilo fes. Por fuera parece una empanada espolvoreada con azúcar glas, pero en realidad está rellena de pollo con jengibre, canela, nuez y arándano. Para algo salado, recomiendo el sfija: carne de res y cordero a la plancha, sobre pan árabe y acompañada de chutney de cilantro, cebolla morada y salsa tahiji. Si prefieres algo del mar, los calamares marinados al limón con pasta picante de especias y cilantro, son pequeños ricitos de oro que dan ese acento marino a la combinación.

Al terminar te das cuenta de todos los sabores, texturas y aromas en combinaciones inesperadas que descubriste, y de todos los lugares a los que viajaste a partir del paladar sin gastar una fortuna. Definitivamente tomará mil y un noches para probar, combinar y luego repetir todos los platillos de Paprika. Esto me lo afirmó la confesión de mi amiga: era la segunda vez en el día que comía aquí.

Detalles

Dirección
Orizaba 115
Roma
México, DF
Precio
Consumo promedio por persona $300
Horas de apertura
Mar-sáb 2-11pm, dom 2-6pm
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar