Si alguien ha dado de qué hablar por su fresca propuesta y excelentes técnicas en cocina, es Niddo, donde los hot cakes son tan esponjosos que se sienten como una nube. Déjate envolver por la comida reconfortante de este restaurante cuya hora pico por las mañanas es de mucha paciencia, pero satisfactoria.
Qué probar: Los buttermilk pancakes ($185) son un sí asegurado, pero los sabores cambian constantemente. En opciones saladas tienen unos coquetos molletes con hoja de aguacate, gouda y flor de calabaza ($165).