La base de cualquier café es un espresso pues es la esencia del café en grano. Visita los cafés de especialidad para conocer las diferentes propuestas en la CDMX. Quítate el frío con las bebidas calientes.
La especialidad es el macchiato doble, porque en el Rococó son expertos en el arte latte y la leche le da un toque dulcecito al café que algunos agradecen. El espresso tiene la temperatura ideal, y un sabor extremo y delicado al mismo tiempo.
El café es originario de Oaxaca y se compra directamente a los productores en grano verde para ser tostado y molido en la misma cafetería.
Su espresso es contundente y sumamente corpóreo, hecho con granos de la Sierra Norte de Puebla. Para despertar, hay que pedir un josefina, que es un espresso doble. Los expertos se cuestionan si un espresso puede hacerse con el aeropress, pero en Vía Corta lo han comprobado.
El tono del espresso es ligero, equilibrado y, por lo tanto, muy reconfortante. Es suave y deja un dulce resabio por horas. Los granos les llegan verdes de Chiapas, lo tuestan en su casa matriz en la Anzures.
Passmar ha ganado competencias nacionales de baristas gracias a sus inventos. Uno de los imperdibles es el espresso natilla, que consiste en una natilla sabor vainilla con un shot de espresso. El café proviene de Atoyac de Álvarez en Guerrero y el espresso es de sabor intenso. Se nota el tueste penetrante del grano y es un café muy acremado, que hace una espuma natural.
Abril Solís es una maestra del café. Fue la primera mujer mexicana en recibir el reconocimiento Q Grader, un grado internacional de catador de todo tipo de granos. Su espresso se caracteriza por ser ácido, afrutado y tener un aroma poderoso.
Discover Time Out original video