La fachada de este café es sobria a comparación con su interior, al abrir la puerta sabes que ahí pasa algo bueno y que hay que probarlo. Hay mucho movimiento, que hace buen juego con las paredes y detalles en tono amarillo. Parece que vas a estar horas en una socorrida fila para ordenar, pero todo fluye bien y te dan un letrero con número para que te lleven la orden a tu mesa.
El menú se compone de ensaladas a base de lechuga, champiñón y jitomate cuyos nombres son de aves, sándwiches que recuerdan lugares prehispánicos, smoothies con o sin yogurt, pan casero y postres. La gama de sabores y precios es amplia, así que es accesible y con platos bien servidos. La ensalada ibis con nuez de la India, fideo de arroz frito y pollo es de sabor suave pero no insípido. Puedes elegir tu aderezo, el habanero es el más pedido y la vinagreta de mango es famosa.
Si buscas una ensalada más sofisticada pide la carmarán, con atún y queso de cabra. El sándwich aké, de roast beef y queso manchego, desaparece muy rápido del plato, en esta ocasión con pan de la casa de finas hierbas, pero puedes elegir el de almendra, elote con amaranto, arándano o ajo. Todos de fibra integral, pues el menú busca ser lo más saludable posible, incluso con las dosis de azúcar.
Por nada del mundo olvides acompañar tu comida con un smoothie de yogurt. El de zarzamora y crema de coco es cremosito y se perciben ambos ingredientes de manera tan intensa como su color. Hay platillos de temporada, como la tarta cubierta de jamaica con costra crujientita y rellena de crema inglesa, que debería quedarse de fijo en el menú.
Garko se ideó como un espacio de convivencia abierto al arte, así que se exponen obras como las fotografías que cuelgan de las paredes. Para promover la cultura, quien lea en sus mesas recibe un café gratis. Hay talleres de encuadernación e iniciación artística para niños, de ahí el porqué hay una pared tapizada de dibujos. El último sábado de cada mes hay una exposición de diseño y arte, pronto habrá proyecciones de cine independiente e incluso monólogos. Antes de irte no dudes en llevarte una galleta hecha en su propio horno.