En una de las zonas más elevadas del altiplano nacional, la Sierra de Catorce, se encuentra Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce, el pueblo que fuera una de las minas más ricas de la Nueva España y que en 1803 ocupó el segundo lugar mundial en producción de plata. Pero dichas minas terminaron por agotarse, lo que para nuestra fortuna provocó el abandono de algunas zonas de Real de Catorce, que hoy constituyen un lugar en ruinas de ensoñación, que te darán la impresión de estar situado en un set cinematográfico.
El Túnel de Ogarrio, la última gran construcción (1901) edificada antes del declive del pueblo, es la que da la bienvenida al denominado pueblo fantasma, aquí se hallan las ruinas de la compañía minera extractora de plata.
Real de Catorce también cuenta con atractivos como la Plaza de Toros, desde donde tendrás una vista espectacular del valle que rodea la zona, así como la plaza principal, donde se encuentran edificios como la Parroquia de la Inmaculada Concepción o el Palacio Municipal. Mientras que el Museo Parroquial resguarda objetos y fotografías encontradas en las minas y las construcciones antiguas del denominado Pueblo Mágico en 2001 por la Secretaría de Turismo.
Respecto a la parte gastronómica, pide barbacoa o el asado de boda y acompáñalo con aguardiente. Los fines de semana encontrarás un tianguis con artesanías, ropa y muebles rústicos. Si lo tuyo es la caminata, emprende una de poco más de una hora hacia uno de los lugares sagrados de los huicholes: el Cerro del Quemado.