Las vacaciones de verano suelen alterar la rutina familiar. El cambio de horarios, actividades, responsabilidades y de ambiente, en ocasiones dificulta el regreso a la normalidad. ¿Quién desearía escuchar la alarma del primer lunes de clases? ¡Nadie!
Como padres podríamos creer que el estrés es exclusivo de los adultos, pero los niños también lo experimentan en distintos niveles y, particularmente, en el regreso a clases: separarse de los padres, las exigencias académicas, las presiones sociales en el ambiente escolar, la falta de sueño y los cambios en la dieta son sólo algunos detonantes.
Sin embargo, existen diversos métodos que contribuyen a relajar a los pequeños y aumentan su capacidad de concentración. Aquí te damos algunas opciones.
La capoeira es un arte marcial afro-brasileño que nació como resistencia a la opresión en Brasil, dada la necesidad de los esclavos de disimular para comunicarse. La combinación de la simulación de una pelea, baile, ritmo y música resultan en un ejercicio vigoroso.
Si bien no es una técnica evidente de relajación, requiere de concentración y esfuerzo físico, así que una sesión ayuda a la canalización positiva de la energía de los niños.
Las melodías no sólo están para disfrutarse en los conciertos, la música tiene otros efectos, como estimular la actividad cerebral, promover el desarrollo físico, mental, intelectual, sensorial y afectivo de los niños.
A este conjunto de técnicas se les conoce como musicoterapia. Uno de sus usos más comunes es para regular el estado de ánimo, ya que al escuchar fragmentos musicales específicos y con la guía adecuada, se pueden tratar la depresión o calmar el estrés o el miedo.
¿Los niños están muy estresados? Ayúdales a meditar en estos lugares El estrés de la ciudad invade a chicos y grandes. Hay espacios al aire libre que ayudan a relajarte, aunque también es bueno seguir algunas técnicas de meditación.
Meditar concede la posibilidad de abrir un espacio dentro de nosotros, en el que podemos estar en completa calma a fin de pacificar la mente y conectar con nuestro ser interior. Aquí te recomendamos algunos sitios.
En ocasiones nos es difícil calmar la mente y relajar el cuerpo en el caótico entorno urbano. Por ello, es importante encontrar espacios al aire libre que le permitan a los pequeños conectar con la naturaleza.
Sin tener que ir muy lejos del DF, una caminata en el parque o sentarnos bajo un árbol en completo silencio nos permite ser más conscientes de lo que nos rodea, ayuda a ordenar las ideas y a encontrar paz mental y física.
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