Cuando Caloncho se presentó en la Carpa Intolerante del Vive Latino 2014, el público estaba lleno de fans que coreaban cada una de sus canciones (tal vez los mismos que lo acompañaron en Bahidorá).
¿La sorpresa? Su EP, Fruta, apenas tenía unos meses de existencia. Para entonces, ya tenía cuatro nominaciones a los IMAS -en los que eventualmente ganaría los premios a Disco Solista y Disco Pop del año-, confirmando que, aunque trabaja arduamente en mejorar su proyecto, los corazones y los oídos independientes le pertenecen.
A tan sólo dos años de aparecer en decenas de playlists y carteles de festivales, el músico tapatío derribó una barrera más: logró que la -a veces malvada- industria musical reconociera su trabajo con dos nominaciones al Grammy Latino.
"Estaba dormido, de hecho, Abraham (su manager y baterista de Techincolor Fabrics) me mandó un mensaje diciendo que decía: 'Felicidades por tu nominación del Grammy' y yo así de 'Whaaat?' No podía creerlo. Entonces, me metí a la página del Grammy Latino y me tardé como tres horas en asimilarlo", señala emocionado.
"En 2007 empecé a componer. Cada vez que iba a la playa, llevaba mi guitarra. Una vez fui a Chapala y un promotor -amigo de un amigo- me dijo: 'Está chingón lo que haces, ¿quieres abrir el concierto de Los Claxons en Guadalajara?'. Le dije: 'Sí, a huevo'. Esto fue un sábado y el show era el miércoles. Armé siete canciones con los garabatos que tenía y toqué".
Tiempo después, animado por sus amigos y por el reto de presentarse en público, grabó Homeotermo, un EP.
"Trabajé en el Tec de Monterrey. En esos tiempos, era un vato oficinista que no sabía lo que quería hacer. Un día mi jefe me dio chance de salir temprano, entonces fui al estudio de un amigo que me regaló un día para grabar. Salió medio gacho. De hecho ya lo bajé [risas], pero toqué Homeotermo durante dos años en bodas y fiestas caseras".
Esos pequeños shows lo guiaron a conocer al productor que le daría forma a su proyecto: Siddhartha, con quien además ahora comparte una nominación al Grammy Latino (en la categoría Mejor Álbum de Música Alternativa) y a quien admira muchísimo.
"Da la casualidad que Siddhartha fue mi maestro de batería en la prepa. Grabé con él durante todo el 2012 y la mitad del 2013", comenta.
Palmar fue el EP que lo empezó todo. El resto es historia.
Jorge Siddhartha define los últimos tres años de su carrera como una bola de nieve que no cesa de crecer. Su incursión en la música ocurrió a los seis años, cuando tomó clases de órgano. Luego, cansado de recibir clases rígidas, abandonó las notas escritas y tomó las baquetas.
Su habilidad natural para las percusiones hizo que formara bandas desde temprana edad. Sin saberlo, Jorge construyó las bases de su carrera. Cada una de sus decisiones lo condujeron a encontrar su propio lugar en la música.
Finalmente, en 2008, lanzó Why You?, su primer álbum solista - fue baterista de Zoé- y refrescó la escena tapatía. Ahora divide su creatividad en muchos proyectos.
Produce el nuevo material de los Technicolor Fabrics, da clases en una universidad y compone en Cometa, un proyecto folk en el que estará acompañado por una chica llamada Carolina Infante.
Además, está a cargo de la producción de Fruta Vol. 2, de Caloncho. Ambos músicos han estado juntos desde el principio. Por ello, Jorge está orgulloso de compartir la nominación al Grammy Latino.
"Me da gusto que dos proyectos en los que trabajé recientemente (mi disco El vuelo del pez; y Fruta Vol. 2, de Caloncho) lograron este reconocimiento, sobre todo porque somos artistas independientes".
Esta es la segunda vez que recibe una nominación así. La primera fue en 2008, con su álbum debut. En ambas ocasiones sus fans le notificaron el hecho a través de sus redes sociales.
Quizá porque tanto el sonido como la actitud de Jorge carecen de pretensiones, sus fanáticos adoptaron el proyecto como algo propio. Mientras Caloncho y Siddhartha conquistan el mundo, nosotros los escuchamos con satisfacción.
No hay duda, la escena nacional está en uno de sus mejores momentos.