Para Jaen, la música electrónica es la forma actual de expresarnos a través del sonido de una manera sensible –pero también lógica– valiéndonos de sintetizadores y cajas rítmicas. Sus intenciones al producir son claras: “quiero flotar y que los que me escuchen floten”. Un dj se convierte en un personaje y él ha sabido transmitir a través de la cabina su forma de ser tan directa, sincera y sobre todo divertida. Su trabajo ha trascendido las fronteras mexicanas, su entendimiento y ganas de compartir la música electrónica han sido gracias a su constante voluntad a lo largo de más de quince años.
Hoy en día Jaen Paniagua es uno de los djs y productores capitalinos más reconocidos en la escena electrónica.
La música electrónica es algo que siempre has llevado en las venas, ¿cómo comenzó tu trayectoria?
Me encantaba salir a fiestas desde muy chico. Cuando tenía unos 18 años comencé a tocar en fiestas caseras y fue en el 2005 cuando debuté en festivales de renombre. A la par, organizaba festivales de trance, progressive trance y fiestas house en terrazas, todo ello mientras recorría la república compartiendo mi música. En 2008 tuve mi primer tour internacional y el primer destino: el continente asiático.
¿Cómo te fue en esa primera experiencia en el extranjero?
Increíble. Era un festival llamado Back to the Future y fui el encargado de cerrar la sesión. Me atreví a utilizar sonidos que en esa época eran poco habituales, aún para un público tan experimentado como el de Japón. Los primeros 15 minutos utilicé una fusión de sonidos de sintetizadores análogos y cajas fuera de ritmo, noté que la gente cerraba sus ojos para sentir cada uno de los sonidos, de alguna manera meditaban con esa música experimental. Después nos pusimos más rítmicos y todos se levantaron a bailar; al final recibí muchos agradecimientos, lo cual aún recuerdo como una experiencia inigualable.
Una vez que diste el paso fuera de México, ¿qué siguió?
Toda una serie de invitaciones a Brasil, Estados Unidos, Colombia, Alemania, Francia, España, Bélgica, Ecuador, Costa Rica y muchas otras. Con el paso de los años fui sellando varios tracks con diferentes disqueras, lo mismo que hago en la actualidad.
Ya tienes varios años experimentando, ¿cuáles son los géneros que más te gustan?
Mis favoritos son house, deep house, techno, nu disco y música de los ochenta; aunque todo depende del contexto en el que nos encontremos, la música electrónica me atrapa cada vez que la escucho. Lo que hago es percibir al ponente, aprecio y analizo cada sonido que se expresa en el momento. Lo disfruto mucho.
Fuera de la electrónica, ¿qué te inspira a producir?
Cuando no estoy en el estudio o en eventos no escucho música electrónica, por salud mental. Se trata de darle el tiempo y el espacio a sonidos de otros géneros para apreciar su calidez. Veo una película en la Cineteca, o me pongo los audífonos y camino en Coyoacán o en el Centro Histórico escuchando música clásica, jazz, salsa, rock de las décadas pasadas, así aprovecho también mis tiempos libres.
En tu música, ¿involucras las emociones o es puramente una técnica?
Sin la emoción no existimos y sin la técnica no persistimos. No podría autodescribirme, pero sé que la gente puede identificarse tanto sensorial, emocional, como rítmicamente con lo que hago.
¿Tomas en cuenta al público?
¡El público lo es todo! Sin público no somos nada como artistas o ponentes; incluso dependemos de su juicio para ser valorados o analizados y así mejorar en cada presentación. La música es principalmente para ellos, son por quien subsistimos y perduramos.
Fuera de México, ¿dónde te gusta tocar?
Alemania y Brasil. Es muy chistoso porque son personalidades opuestas, imagina pasar de los 0 a los 40 grados centígrados y llegar al climax musical en ambos contextos
¿Cómo sientes al tocar en tu tierra?
En realidad me encanta tocar para todo tipo de públicos, es divertido ver como disfrutan y se identifican cuando les gusta lo que estas haciendo ya que todos tenemos un punto de desinhibición, y cuando llegas a él, la satisfacción es indescriptible. Aunque todo depende del horario y el contexto de la fiesta, México es incomparable: el calor, folclor y formas de nuestra gente genera una escena única y deliciosa.
A lo largo de tu trayectoria, ¿cómo han cambiado los gustos musicales en México?
Todo en su momento es bueno y lo bueno perdura. De repente hay tracks de hace diez o veinte años que logro tocar y la gente disfruta más esos temas sin caer en la cuenta de que son más viejos que ellos.
¿Qué podemos analizar como auditorio para saber si una producción electrónica es buena?
Toda producción tiene un proceso: composición, grabación, mezcla y master. Tenemos que analizar los elementos de una pieza y la forma en la que son plasmados por el dj, eso es lo que lo autentifica.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Vienen varios discos: Genesis (Acid Fruits) en Brasil, Rebirth (Platino) y Coral Act (1101) en México; en los cuales presentaremos temas originales y remixes de amigos y grandes talentos como Inxec, Climbers y muchos otros. Con Acid Fruits, por cierto, acabamos de posicionarnos en el número tres de ventas en indie dance y nu disco en el mundo, según el ranking mundial de Beatport. (Busca a Jaen Paniagua en Beatport para escuchar y comprar su música).
¿Qué se necesita para administrar proyectos como los que has llevado?
Se necesita orden, saber progresar, tener energía, disciplina y mucho corazón. Si no te gusta, esta vida no es fácil porque tienes que encontrarte contigo mismo. Poder desarrollar una profesión en lo que más te gusta hacer se convierte en una bendición.
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