Seguramente tienes más de un recuerdo entrañable asociado a algún boleto del Auditorio Nacional, uno de los recintos más queridos de la Ciudad de México. Ya sean conciertos que te volaron la cabeza, como los de Air, Björk, Morrissey, Siouxsie and The Banshees o Sigur Rós. También los espectáculos que nos dejaron alucinados, como Slava's Snowshow o Disney on Ice. Y qué nos dices de las decenas de conciertos que dio Luis Miguel (el Sol de México) en el también llamado Coloso de Reforma.
El auditorio más famoso de la Ciudad de México ha visto desfilar a personalidades de la política, la música, el teatro, la danza, escritores, poetas, comerciantes ambulantes y filas interminables de fans. Y no solo hay eventos en su impresionante aforo (10 mil personas).
También su explanada es sede de exposiciones fotográficas y ferias de libros. Además, cuenta con un pequeño auditorio, el Lunario, donde se realizan tanto conciertos como pláticas, eventos especiales y una que otra fiesta privada (con boleto especial). Su bar —aunque no es el mejor—, siempre es una buena opción para despejarse de la multitud del lugar.
Diseñado por Pedro Ramírez Vázquez y Gonzalo Ramírez del Sordo en 1952 y remodelado y aumentado por Abraham Zabulovsky y Teodoro González de León en 1989, el Auditorio Nacional es probablemente, junto con el Palacio de los Deportes, el foro de conciertos más emblemático de la Ciudad de México. Pero en este lugar no solo cabe la música, también se realizan convenciones privadas de marcas que rentan el recinto o eventos para los amantes de los cómics o los juegos de mesa.
Debido a su ubicación, sobre Paseo de la Reforma, el Auditorio Nacional es uno de los lugares más accesibles de la Ciudad de México. Aunque al término de los eventos se vuelve un poco caótico, se puede llegar en auto, autobús, Metro y desde hace poco, Metrobús.
Algo que amamos del Auditorio Nacional es que su capacidad reduce el precio del boleto —que aún así algunos eventos llegan a ser caros—; todos tienen una excelente visibilidad y los conciertos suenan increíble, por aquello de los amantes y eruditos de la música.
También tiene espacio para obras de teatro, espectáculos con pista de hielo, proyección de películas y operas de todo el mundo. No por nada, miles de artistas de distintas partes del mundo y disciplinas hacen una parada obligatoria para presentar su tour, hacer exhibiciones o hacer algún tipo de evento. Este es uno de los lugares más versátiles de México; pues lo mismo es una sala de conciertos para recibir a los Tigres del Norte, que el escenario del Cirque Du Soleil.
Como tip, en la taquilla del auditorio puedes comprar tu boleto sin cargo de Ticketmaster México, razón por la que el lugar siempre tiene filas interminables.
Considera que se ubica muy cerca de uno de los lugares más emblemáticos de México, el Bosque de Chapultepec, así que vale la pena llegar antes para darse un paseo por esta área de la Ciudad de México antes de entrar a tu concierto.