Un imperdible de la vida nocturna gay de la CDMX. Lo mejor es su laberinto oscuro (ubicado en el segundo piso), en el que además de gloryholes hay camas. En el primer piso está la barra, hay jacuzzi y las regaderas en las que verás el menú de tu noche loca.
Si ya aplicaste la de baños de vapor y recorriste los cuartos oscuros en la CDMX, no querrás perderte de estos lugares que tienen hasta fiestas con jacuzzi.