Mesa montada en Zesta Punta, de Guy Santoro
Alejandra_CarbajalZesta Punta
Alejandra_Carbajal

Los mejores restaurantes españoles en la CDMX

En las cocinas de estos restaurantes encuentras las mejores tapas, paella y gaspacho de la Ciudad de México

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La cocina española es más diversa de lo que imaginas: podrás ver a ese país como uno de corto territorio, pero cada región —por pequeña que sea— ofrece una cantidad y calidad de platillos que conquistan a la primera.

Es por eso que varios restaurantes de la CDMX han retomado resetas madrileñas, gallegas, toscanas, aragonesas y más para presentarte España a través de sus peculiares, y muy ricos, sabores. ¿Hay alguien que pueda resistirse al azafrán en una paella? ¿O a ese sutil toque de jitomate sobre una tapa? ¿Y qué me dices de las croquetas de jamón ibérico? ¡Todo un deleite!

Amantes de las tapas, el vino, las cañas, el cocido madrileño y la buena vida, aquí les ofrecemos una guía de los mejores restaurantes de comida española de la Ciudad de México. 

Recomendado: Restaurantes de comida italiana en la CDMX.

  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Casino Español
Casino Español

Más que un restaurante, el Casino es una institución en lo que se refiere a cocina española. Es famoso por su ambiente fastuoso, por sus platos típicos, sencillos y abundantes –como la paella, la fabada y la tortilla de patatas– que invitan a la ingesta ilimitada de buen vino; pero eso ya todo mundo lo sabe… Si se le quiere dar un nuevo giro a este espacio, vale la pena visitarlo por las mañanas, cuando el sol apenas toca las calles del Centro Histórico.

Desayunos con aire de lujo viejo: mesas superpuestas, meseros que siguen al pie de la letra el protocolo de un servicio exacerbado y un menú que ofrece tanto picantito mexicano como grasita a la española. La opción son los huevos rotos, estrellados sobre una cama de finas patatas fritas en su máximo punto crujiente, coronado todo con trocitos de jamón serrano. Para acompañar bastaría un jugo de naranja recién hecho, pero si lo conviertes en mimosa la experiencia será incomparable.

  • Española
  • Cuauhtémoc
  • precio 3 de 4
Mesón del Cid
Mesón del Cid

Si has tenido la fantasía de comer 
como lo hacían en el Medioevo, puedes venir a este 
restaurante que fue fundado en 1972 y tiene una ambientación antigua, con sillas de barnices oscuros, vitrales coloridos, armaduras, una elegancia señorial y muchas historias que contar.   

La cocina es española tradicional y rústica, como el lechón, setas, quesos y pan casero. Prueba la menestra de verduras a la vasca, con una mezcla de zanahoria, papas y ejotes con huevo cocido y trozos de jamón serrano. Del apartado de sopas de su carta destacan varias recetas, como la sopa de ajo castellana que la sirven con huevo revuelto o la de mariscos a la malagueña de camarón, pescado y mejillones. La paella tradicional de la casa no se queda atrás; la preparan con mejillones, langostinos o camarones, ejotes, chícharos y pimientos rojos suaves.

Realizan cenas temáticas con recetas de cocina de la Europa Medieval, show de magia, juglares y música en vivo. Las hacen todos los sábados a partir de las 8:30pm, tiene un costo de 700 pesos por persona y te incluye un menú de cuatro tiempos, tú escoges el plato fuerte y durante dos horas te sirven vino tinto en porrones. Además, organizan en fechas específicas festivales que rinden culto a la manera de disfrutar los alimentos en la antigüedad. Una cena siempre sabrá mejor cuando los sabores se conjugan con el ambiente en experiencias especiales. 

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  • Española
  • Zona Metropolitana
  • precio 3 de 4

Es una charcutería y marisquería que pertenece a la misma cadena de Central Brasserie, por lo tanto espera la misma calidad de los platillos y los mismos precios absorbe-quincenas.

El restaurante está muy bien diseñado: una terraza increíble con vista a la barranca, todo hecho con ladrillo, madera y metales viejos. De jueves a sábado hay DJ a partir de las 10 pm, y todos los días en el bar 2x1 de champaña de 6 a 7 pm y de 12 a 1 am, para que te sientas millonario por un día. Puedes ir con tus amigos o con una cita que impresionar.

El chef ejecutivo, Edgar Silva, hace su menú enfocado en 3 cosas: quesos orgánicos, embutidos y mariscos frescos. Una de las cosas que más me gustó de la carta es el King Crab, que se recomienda fresco o a las brasas, y viene acompañado de unas salsas, alioli, tártara, chipotle y mayonesa; otra es la orden de almeja chocolata que recomiendan rasuradas en su concha; pero si quieres probar un poco de todo hay una fuente de mariscos que tiene King Crab, camarones frescos para pelar, almeja chocolata y ostiones. El caldo clarificado de jamón jabugo es un plato sencillo que normalmente viene con verduras, pero aquí le agregan jamón ibérico para darle un sabor mucho mas rico. Para los platos fuertes puedes escoger de una de las creaciones de Silva como el robalo con camarones, espárragos y jabugo o uno de los clásicos de C.B. (Central Bresserie) como el filete Rossinni o la sopa de cebolla.

La carta de vinos y champañas es muy extensa, de calidad y adecuada para maridar tus platillos excelentemente. Tienen una alta variedad de precios, unos no tan caros, que son los que recomienda el sommelier.

  • Española
  • Polanco
  • precio 3 de 4
Jaleo
Jaleo

Justo frente al Parque Lincoln en una de las zonas con más opciones culinarias dentro de Polanco, se ofrece un recuerdo de los auténticos bares de pintxos y tapas de España. Con una decoración simple de paredes negras y detalles rojos, el pequeño restaurante propiedad de Pedro Martín, mejor conocido como ex chef del Tezka, recibe a sus comensales con un amigable y atento servicio; y un ambiente relajado musicalizado en su mayoría con éxitos de bandas ibéricas como Estopa.

Al llegar se ofrecen como aperitivos un plato de aceitunas y vermouth de la casa para abrir el apetito mientras se pueden ordenar cañas claras u oscuras, tinto de verano, sangría o algún vino por copeo de la cava que se encuentra de manera subterránea al fondo del lugar. La carta incluye una amplia variedad de montaditos, pintxos y tapas españolas desde las usuales croquetas de jamón de Huelva, tortilla española, patatas bravas y chistorra de Navarra, hasta platos más elaborados como rabo de toro, txipirones en su tinta con arroz blanco, entre otros platillos. Además, siempre hay platillos del día, que pueden encontrarse escritos en un pizarrón. Cabe mencionar que todos los embutidos cuentan con el sello de calidad de Joselito, considerado entre los conocedores como la mejor marca de jamón y embutidos ibéricos.

Entre los postres son muy recomendables la crema catalana y el Pa amb Xocolate: una sorpresiva combinación de chocolate cubierto con sal de grano y bañado en aceite de oliva acompañado por pan crujiente para untar.

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  • Tabacalera

Zesta Punta, el nuevo restaurante de Guy Santoro (Almara) es una mezcla de las influencias culinarias del chef: española, francesa y mexicana.

Al llegar, el capitán y el sommelier visitaron mi mesa para explicarme las especialidades del lugar y sugerirme platos y bebidas, procurando así una atención increíble desde el comienzo. Para iniciar probé el amuse bouche, una tapa de atún. Después pedí unas croquetas de papa y jamón. Y seguí con un espectacular risotto con hongos: generoso en su porción de queso y los hongos en el punto justo de cocción para darle textura al platillo.

Para el plato fuerte seguí el consejo del capitán y pedí un lechón lechal, que son alimentados únicamente con leche y provocan una carne sumamente suave. Aquí lo sirvieron con puré de papa, pera en vino tinto, gravy y frutas secas. ¡Una joya!

Después pedí el róbalo con guiso de alubias y mousseline de espinaca. El pescado venía con una costra de especias que le brindaban textura, estaba bien cocido, pero sin estar seco y tenía buen sabor.

Antes del postre, el chef visitó mi mesa; preguntó por la experiencia, la comida e hizo sugerencias de postres, lo vi hacer esto con la mesa contigua, y eso me llenó de alegría.

De postre probé la pantxineta vasca tibia: hojaldre relleno de crema de almendras y almendras fileteadas por encima, acompañado de helado de vainilla de Papantla y frutos rojos. Me quedó a deber un poco, porque el hojaldre era grueso y pastoso, pero su crema de almendras la podría comer sola.

Zesta Punta se ha ganado una nueva fan. 

Por Ella García

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