No sólo del Santo vive el cine mexicano de ciencia ficción. Los marcianos y monstruos que invadieron constantemente las pantallas entre los años cincuenta y sesenta, al lado del “Enmascarado de plata”, “Clavillazo” y “Piporro”,
se quedaron en sus naves espaciales hace millones de años luz. La vista se enfoca ahora hacia una cinta más próxima a nuestros tiempos
y que, a decir de su director Isaac Ezban, tiene un fondo más humano.
El incidente es el nombre de este filme, la apuesta que hace Ezban para comenzar su carrera como realizador, inspirado por la obra de Philip K. Dick, H. G. Welles, Ray Bradbury y Stephen King, y programas como La dimensión desconocida.
“Siempre me ha interesado este género, me gustan
las películas que tienen un elemento paranormal”, asegura.
Al decir ciencia ficción, mucha gente imagina grandes efectos especiales, explosiones y el fin del mundo y, aunque a Isaac
le gustan esas películas, le interesa más cuando éstas son psicológicas, en las que se manejan historias con temas reales y se entrelazan con elementos ficticios.
“En el caso de El incidente, por ejemplo, vemos a un detective y dos hermanos que quedan atrapados en unas escaleras infinitas dentro de un edificio. Tiene ese elemento paranormal del género, pero con un tema muy real, que es el paso del tiempo; de cómo cambiamos y crecemos física y emocionalmente”, explica el director.
De forma paralela al caso de esos hermanos, la película muestra a una familia que no puede salir de una carretera cíclica, en la que siempre llegan al mismo punto. Ezban salta de una historia a otra para mostrarnos las piezas de un rompecabezas, cuya forma cambia por completo cuando se ancla el último y sorpresivo elemento.
“Me gusta la idea de que
todo se conecte y sea cíclico, ese fue uno de mis lemas para hacer el guión. Traté de crearle su propio mundo con reglas que fueran consistentes e hicieran sentido (...) Pensé que sería
un trabajo sencillo, pero en
la preproducción nos dimos cuenta de que era una cinta muy ambiciosa en todos los sentidos: locaciones, casting, dirección de arte”, cuenta el también socio del Autocinema Coyote.
Esforzarse tanto en el guión valió la pena. Antes de terminar la filmación, El incidente comenzó a recibir premios por la originalidad, complejidad y
la forma del argumento (en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato 2014, por ejemplo), reconocimientos que se reforzaron cuando, ya concluido, se mostró el filme en diversos festivales de cine, desde Cannes –donde inició su tour festivalero–, hasta certámenes especializados, como el Fantastic Fest (Estados Unidos) y en Sitges (España), los más importantes del género.
El corto Cosas feas (2010); su participación en la antología de terror México bárbaro (2014) con el segmento La cosa más preciada, y su próximo filme, Los parecidos (2015), apuntan a que Ezban seguirá por el camino del sci-fi y del horror.
“Lo importante es tener claro, como director, la película que quieres hacer, sea del género que sea. Si tienes clara tu visión y eres capaz de transmitirla a tu equipo, colaboradores y a todo el mundo, podrás realizar cualquier tipo de cine”, finaliza.
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