En la última década, la cultura popular coreana ha jugado un papel importante en la gastronomía, el entretenimiento y en varios giros comerciales de la ciudad, gracias, en gran medida, a “la pequeña Seúl”, el barrio instalado y diseminado en varias calles de la Zona Rosa.
Pese a ello, la posibilidad de acercarse y asimilar la idiosincrasia del país asiático no se reduce a las calles aledañas a Metro Insurgentes. Desde abril de este año, por conducto de la Embajada de Corea del Sur, se inauguró este centro cultural que ofrece una atractiva agenda de actividades artísticas (exposiciones, conciertos de música tradicional, ferias de artesanías) y académicas (cursos de idiomas y de historia surcoreana).
El fanático del cine asiático se entusiasmará al saber que el centro programa, en su mayoría, estrenos de películas taquilleras y netamente comerciales, además de filmes de directores que gradualmente han ido haciéndose un nombre en México, como Kim Ki-duk o Bong Joon-ho.