Billares y boliches en la CDMX

Últimamente los boliches nuevos dejaron de lado la onda retro, pasándose más a la vida nocturna y bolas neón. Una de estas nuevas adiciones es Kingpin en Polanco. La música es sobre todo pop, las pantallas saltan de Maluma a Ariana Grande. El lugar tiene ocho carriles para jugar, así que puede que si vas en hora pico te toque esperar un poco en la terraza.

Arma la reta con tus amigos y disfruten de los muchos platillos de la gastronomía americana que tienen en Alboa, o vayan por un coctel al sports-bar mientras disfrutan del show en vivo.

Un billar clásico de la Roma con tonos rojinegros y un ambiente íntimo. Si te aburres de platicar puedes echar la reta de pool, beber unas cuatro cervezas y comer una pizza de queso de cabra, la reina del bar.

Cuando un profesional juega billar y uno lo observa se nota la estrategia, la paciencia, la técnica y la decisión. Billar Inn es un espacio grande, ideado para los profesionales. Tiene 12 mesas para jugar billar (pool y carambola) y otras en donde puedes sentarte a comer, beber o echar una partida de ajedrez. La iluminación es tenue, pero suficiente para ser gentil con el ojo del billarista. Los viernes son noches de pool y carambola.

Dos pisos con 52 pistas de boliche, mesas de billar, maquinitas clásicas y mesas de air hockey, perfectas para retar y apostar unas chelas de mango, tamarindo o piña habanera y recordar la preparatoria. Puedes pedir cubetas de cervezas.

Un parque, un estacionamiento, una gasolinera y hasta un sitio de taxis son parte de las escenografías de este billar. El espacio está acondicionado con árboles artificiales y sombrillas gigantes, como en la comodidad de un jardín.

Que comparta nombre con un programa deportivo de televisión puede confundir al cliente, pero no, no es un sports bar. Hay desde Jenga, dominó y maratón hasta Agarrón de parejas. Este billar funciona para la nueva generación de adultos contemporáneos que quieren revivir sus épocas adolescentes gracias a los vitrales de colores que recuerdan el new age, las luces neón y música pop de esa época. 

Cuando uno escucha que un espacio se llama igual que una canción de The Beatles y que el personaje de Kate Hudson en Almost Famous se emociona. Los cocteles clásicos son bien ejecutados (la apuesta segura es el mojito). Además, no hay ningún tipo de código de vestimenta. Reserva tu línea por 500 pesos entre semana y 800 pesos a partir del jueves. 

Chelear con amigos y cenar platillos clásicos de pub (como fish & chips, texas chilli o chicken pot pie) por menos de 100 pesos. La luz es ámbar y puedes jugar billar. Tienen una gran selección musical que va desde James Blake hasta Matías Aguayo. Por cierto, cuando llegue la cuenta, chance hasta te da pena de lo barato que está.

Uno de los bares-billares clásicos de la zona. Su carta es el cumplidor catálogo de cualquier bar: chelas, cocteles con tequila y mezcal y mojitos. A diferencia del bar de snacks, aquí puedes pedirte una lasaña a la boloñesa o bien, para tener al lado de la mesa de billar, unas papas a la francesa. 

Las bebidas desaparecen de los vasos a ritmo de jazz, blues, funk y soul mientras la conversación se pone interesante. En el segundo piso, si aún puedes sostener el taco, hay una mesa de billar, salitas privadas y una terraza decorada con butacas de cine antiguo, que sirve como área para fumar. 

Da la impresión de ser un garaje convertido en una excéntrica cafetería. Si decides explorar, podrás descubrir que es una gran casona adaptada hasta el último rincón para servir café. Tiene baños, clósets, cuartos y salas, todos sus espacios se adecuan para que los clientes se sienten. Hay desde sillas de dentistas y boleadores de zapatos hasta tinas de baño, camas y sillones vintage. También hay juegos de mesa y billar.