El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional

Nadie puede negar el papel transformador de Mathias Goeritz al plantear el concepto de arquitectura emocional. Para el artista de origen alemán, la arquitectura era un reflejo del estado espiritual del hombre y lo emocional tenía que estar por encima de las líneas rectas o la simetría.

Aquel Manifiesto de la arquitectura emocional, publicado en 1954, que fundamenta toda la teoría de su trabajo, se convierte en el eje principal de la exposición El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional. Integrada por más de 200 obras, como dibujos, bocetos, maquetas, fotos, esculturas y cuadros sobre tabla, esta muestra revela el carácter experimental, analítico e incluso lúdico de su producción.

Más que una retrospectiva, la exposición curada por Francisco Reyes Palma marca los procesos del escultor y pintor a partir de sus trabajos emblemáticos. Tal es el caso de una reproducción de La Serpiente de El Eco, escultura que alude al origen mítico de la cultura prehispánica.

Hay apartados sobre La Ruta de la Amistad, proyecto que coordinó durante los Juegos Olímpicos del 68, y sobre el centro del Espacio escultórico, en Ciudad Universitaria.

También cuenta la influencia y relación con otros artistas, como los impulsores de la Bauhaus, Paul Klee, Joan Miró y Henry Moore. En el marco del centenario de su natalicio (4 de abril de 1915), la exposición resulta una gran oportunidad para acercarse a uno de los protagonistas de la modernización plástica mexicana.