Para alimentar la adicción por las obras teatrales irónicas, acompañadas de tragos y bocadillo, El Vicio se pinta solo. Este lugar, concebido y abierto en 1954 por el poeta mexicano Salvador Novo, fue pensado como foro para la expresión artística, posteriormente se convirtió en uno de los principales espacios para el cabaret en México (bajo el nombre del El Hábito).
Tiempo después, a partir de 2005, gracias a la compañía de cabaret Las Reinas Chulas, la casa retomó el objetivo principal y ahora está abierta para todo el que esté interesado en pertenecer a un movimiento cultural alternativo y se manifieste en contra del arte comercial.
Aquí podrán disfrutar de conciertos de artistas independientes, presentaciones de libros, documentales, funciones solidarias en beneficio de alguna causa y proyectos que vinculan a organizaciones de la sociedad civil con artistas.