Reseña

Sexo, drogas, rock & roll. Arte y cultura de masas en México, 1963-1971

4 de 5 estrellas
  • Arte, Fotografía
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Sexo, drogas y rock son tres palabras que guardan una cercana y estereotípica conexión. Es el trinomio que abarca la exposición curada por Daniel Garza Usabiaga y Esteban King. Esta muestra es un recorrido historiográfico por la cultura visual y popular que, en términos temporales para esta selección, comienza en 1963 y concluye en 1971.

El primer concepto de la muestra es la diversión a través de un extracto de la película de Elvis Presley, Fun in Acapulco (1963). En ella se relata cómo el cantante norteamericano fue considerado non grato en nuestro país por el gobierno de Adolfo López Mateos. La película que proyecta la exposición es un montaje del paradisiaco puerto con un Presley que jamás pisó México.

Del espejismo pasamos a la alucinación que provocan los hongos y la marihuana. Las escenas de pinturas, videos y fotografías dan muestra de aquellos días en los que la experimentación con drogas buscaba, además de alterar la percepción, manifestarse contra el sistema. Se muestran piezas que logran una estética particular a partir de colores brillantes, ondas, líneas e imágenes alteradas. Éstas pretenden jugar con los límites de la consciencia, a través de la psicodelia y el arte óptico.

Otro núcleo temático es el referente a la interpretación del cuerpo presentado a través de exploraciones que recurren a la sexualidad, por ejemplo, las miradas homoeróticas en El pecado de Adán  –pieza de Ricardo Velmor– muestran al actor Jorge Rivero sin su Eva, ensimismado en su propio cuerpo. Mujeres a go go, trabajo de Ximena Cuevas, retoma el imaginario visual de la mujer del cine mexicano, en el que se juega con la idea del cuerpo como objeto del deseo y consumo.

Adictos al desenfreno, llegó el rock. No podrás decir que visitaste esta exposición sin ver esta parte del recorrido en la que exhiben las portadas de discos como En busca del silencio. Escorpión en ascendente, de Juan José Gurrola; y, Arau a go go, de los Tepetatles (aquella banda conformada por Carlos Monsiváis, Chava Flores, Julián Bert, Alfonso Arau y José Luis Cuevas).

No hay un recuento del rock mexicano sin la parada en Avándaro en 1971 (el Woodstock mexicano). A través de las fotografías tomadas por Pedro Meyer, se aprecia a los hippies mexicanos que llegaron a esa localidad de Valle de Bravo “a oír música, cotorrear y buscar paz y amor” según se escucha en un video grabado en vivo que rescata fragmentos del evento.

La exposición no descarta la represión de la época y la satanización de la juventud. La crítica política al conservadurismo rescata elementos simbólicos de las Olimpiadas en México e imágenes que caricaturizan al ejército y a Gustavo Díaz Ordaz como símbolos de coerción de un gobierno paternalista.

Otras piezas que valen ser revisadas son las de Arnaldo Coen, José Luis Cuevas, Helen Escobedo y Arturo Pani; así como algunas interpretaciones actuales de artistas contemporáneos que son herederos de esa generación, por ejemplo Diego Berruecos, Ricardo Velmor, Naomi Rincón Gallardo y Enrique Arriaga.

La muestra, que forma parte de la exposición montada en el MUAC Desafío a la Estabilidad. Procesos Artísticos en México 1952-1967, es un acercamiento nostálgico a aquellas épocas que marcaron a una generación ávida por ser reconocida y liberada del yugo familiar y social.

No es fortuito que esta muestra esté en el Museo del Chopo. El recinto artístico está a un coastado del tianguis cultural que cada sábado reúne a cientos de jóvenes que repiten a través de generaciones los mismos patrones en busca de identidad propia, como muestra la exposición. 

Detalles

Sitio web del evento
www.chopo.unam.mx/
Dirección
Precio
$30 general, $15 
estudiantes con credencial vigente e INAPAM. 
Martes entrada libre.
Horas de apertura
Mar-dom 10am-7pm
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