El Museo Tamayo Arte Contemporáneo es uno de los preferidos de los amantes del arte, gracias a que siempre aloja exposiciones de vanguardia y por resguardar la impresionante colección de Rufino Tamayo, donada por el artista para la creación del museo y que abarca obra internacional de los años sesenta y setenta.
El recinto, que abrió sus puestas en mayo de 1981, actualmente goza de una popularidad notable, después de que a finales de 2014 alojara la exposición Obsesión Infinita de Yayoi Kusama. Gracias a este acontecimiento, se consolidó como un punto de referencia en el arte contemporáneo.
En enero de 2015 asumió la dirección del museo Juan Gaitán, joven colombiano con una amplia carrera como curador, relevando a Carmen Cuenca Carrara, directora que fungió su cargo en la etapa de la remodelación.
En agosto de 2012 finalizó un arduo trabajo de renovación que duró un año y cuyo resultado fue el crecimiento del edificio en un 30%. El arquitecto encargado de realizar la transformación no podía ser otro que Teodoro González de León, quien junto con Abraham Zabludovsky, desarrolló el proyecto original. Con un espacio más amplio e instalaciones nuevas y remozadas, se ha logrado aumentar notablemente la afluencia de gente que asiste al museo.
La oferta de actividades es basta para niños, jóvenes y adultos, a quienes se dirige la formación de una experiencia transformadora en torno al arte contemporáneo.
Gracias al departamento de Educación del museo se organizan talleres inspirados en las exposiciones temporales. Todas las actividades tienen la intención de ampliar los conocimientos de los asistentes de una manera interesante y lúdica.
Como una experiencia complementaria a la visita del museo, cuentan con visitas guiadas a las exposiciones y recorridos arquitectónicos para conocer más sobre la historia del edificio y el antes y después de la remodelación.
Otro de los atractivos del recinto es su tienda, en la que puedes adquirir publicaciones del museo, de editoriales nacionales e internacionales, y productos de diseño mexicano.
La arquitectura del edificio sigue acoplándose a su contexto natural, situado en la primera sección del Bosque de Chapultepec: no es un elemento ajeno a la geografía del bosque, sino que se integra orgánicamente al entorno. Lo notarás sí comes en el Restaurante Tamayo que se encuentra a un costado, con un menú internacional con fuerte influencia mexicana.
Publicidad
Time Out dice
Detalles
Qué ocurre
El Museo Tamayo no deja de sorprendernos con muestras imperdibles. Y es que ahora nos presenta la primera exposición en México del talentoso artista brasileño Paulo Nazareth (1977), Luzia, que habla de los flujos migratorios y nuestras conexiones con la naturaleza. ¡Aquí te contamos todos los detalles!
¿De qué va Luzia?
Esta muestra nos invita a reflexionar sobre las raíces y migraciones de América y del mundo. A través de su obra, Paulo Nazareth explora y documenta las historias que encuentra al integrarse en la vida de las personas y recolectar relatos mientras cruza fronteras.
Nazareth es conocido por su “arte de conducta”, una práctica que cobra vida a través de sus movimientos radicales al caminar y cruzar fronteras a pie. Destaca cómo los desplazamientos forzados y los flujos migratorios “reconfiguran las huellas históricas” que han moldeado, y a menudo obstaculizado, la idea de “una humanidad unificada”.
Además, el título rinde homenaje a Santa Luzia, el pueblo natal del artista, y también nos invita a reflexionar sobre esta enigmática figura, un antiguo esqueleto humano encontrado en Brasil que imboliza una conexión entre lo sagrado y lo ancestral, fusionando la identidad de una santa, un fósil y un territorio afro-indígena.
Bajo la curaduría de Fernanda Brenner y Diane Lima, esta exhibición presenta una amplia selección de obras de diversas décadas, que abarcan desde la pintura y el dibujo hasta la fotografía, la escultura, el video y la instalación. Juntas, estas p
David Medalla: En conversación con el cosmos
David Medalla experimentó con muchos formatos pero una de las cosas que más lo caracterizó fue sin duda su militancia. Queer y siempre antifascista, Medalla proponia incomodidad en sus piezas, creía que el arte no era solo para el placer sino también para para confrontación, lo que tampoco lo detuvo de crear pinturas francamente encantadoras y esperanzadoras. Ahora el Museo Tamayo hace un estudio exhaustivo dedicado a este artista filipino y te contamos qué nos pareció En conversación con el cosmos.
No te pierdas: ¿Dónde comprar árboles de navidad naturales y artificiales?
¿Vale la pena esta nueva exposición en el Tamayo?
Algo sin duda interesante de esta exposición es que no permite conocer a Medalla a través de noticias de la época, su trabajo se caracterizó por formas íntimas de intercambio entre colaboradores, amigos y amantes. Esto nos permite conocerle a través de los ojos de otros, pero sin perder de vista la propia mirada de Medalla.
Su obra es colorida y, a nuestra forma de ver, muy alegre. Más que enroscarse en lo salvaje y cruel del mundo, nos brinda una mirada optimista aún en la tragedia, una forma de entenderle muy interesante. Encontrarás escultura, bocetos, libros, máscaras y sí, también las pinturas que mencionamos.
Incluso se exhibe una obra audiovisual que tendría clasificación D en el cine, una pieza que se recomienda no vean menores de edad y que refleja la sinceridad pasional con la que Medalla vivía. Retoma los tropos del arte queer, buscando la libe
Publicidad
También te puede gustar
También te puede gustar
Discover Time Out original video