Si eres nuevo en la Roma más te vale tener actualizada tu credencial del IFE, y no por motivos electorales, sino porque los vecinos pagan la mitad para entrar al Museo del Objeto del Objeto (MODO), enfocado en comunicación y diseño.
Enhorabuena por el momento en que a Bruno Newman se le ocurrió clasificar y compartir las colecciones de objetos de las que se ha hecho con arduo trabajo y dedicación. Este museo, ubicado en una residencia art nouveau en la que alguna vez viviera el también empresario y especialista en relaciones públicas, cuenta con un acervo de más de 30 mil piezas que, adecuadamente clasificadas, forman diferentes colecciones.
Lo que aquí encontrarás, aparte de maravillosas curiosidades en la tienda del museo, son grandes momentos de entretenimiento y reflexión. Entre los objetos que se exhiben hay desde artículos de consumo de finales del siglo XIX (el refresco que tomabas de chico, el primer look de Pancho Pantera o el logotipo original de las marcas más famosas en México) hasta medios impresos en los que se aprecia cómo ha cambiado la manera en la que se difunden los mensajes, ya sea en propaganda, periodismo o publicidad.
Si te gusta analizar la manera en la que nos relacionamos, te interesa el diseño (gráfico o industrial), eres adicto a analizar la idiosincrasia del mexicano o de repente lamentas haber tirado a la basura algún objeto que a la distancia creas que tiene mucho qué comunicar, encontrarás este museo fascinante. Imágenes y mensajes se unen para contarnos nuestra propia historia, confirmarnos la de nuestros padres y abuelos o, simplemente, entretenernos.
A la salida del museo, en las jardineras, podrás disfrutar de los “candados del amor” colocados hace un par de San Valentines, muy a la usanza de algunas ciudades europeas.