Los soldados John Bartle y Daniel Murph se conocen en el campo de entrenamiento del ejército estadounidense. Durante una comida con familiares, antes de ser enviados a Irak, la madre de Murph le hace prometer a Bartle que cuidará de su hijo y lo traerá de vuelta a casa. Desde las primeras páginas del libro sabemos que no podrá cumplir una promesa tan absurda, pues, aunque logra sobrevivir a la guerra, al parecer no logra salvarse a sí mismo, incapaz de dejar atrás el desierto y todo lo vivido/sufrido.
"Estaba cansado de que mi mente revisara casa noche las cosas que recordaba y que después pasara por otras que yo no recordaba, pero por las que me sentía culpable a cuenta de las escenas terriblemente vívidas que ondulaban en los forros rojiverdes de mis ojos. No habría sabido decir qué era verdad y qué me había inventado; no podía dejarlo pasar y conseguir que mi percepción se dispersara como una niebla. Quería seguir durmiendo y permanecer así, nada más. Un deseo pasivo, uno contra el que no luchaba".
Con una redacción ágil e intensa, Kevin Powers nos lleva de la provincia de Nínive a Nueva Jersey, de Alemania a Virginia, y de Kentucky regresamos a Al Tafar, entre 2003 y 2009, para conocer la historia de estos jóvenes soldados –de 18 y 21 años de edad– y del sargento Sterling –apenas unos cuantos años mayor–, mientras se va revelando la verdad sobre lo que pasó con Murph.
Al principio sólo anhelan no estar entre las primeras mil bajas, pero poco a poco el estrés, el constante contacto con la muerte y su hedor, y la inutilidad de esa guerra (cada año atacan y destruyen la misma ciudad en un lucha sinfín) comenzará a minar su cordura. Murph lo explica muy bien a un reportero que quiere saber cómo se siente vivir una guerra.
"Es como estar en un accidente de tráfico, ¿sabe? Como el instante en que sabes que va a ocurrir y el momento en que te estrellas contra el otro coche. Hace que te sientas bastante impotente... ibas conduciendo como de costumbre y, de repente, el accidente te mira a la cara y no puedes hacer una mierda por evitarlo. Y lo sabes; sabes que la muerte o lo que sea se presentará o no se presentará. Es algo así –continuó–, como ese segundo congelado antes del impacto... salvo por el hecho de que aquí puede durar muchos días. ¿Por qué no viene con nosotros, en vanguardia? Seguro que lo descubre".
Sin lugares comunes y con gran talento, Powers entrega una novela interesante, sanguinaria pero aleccionadora y profunda, que, de paso, abre interrogantes sobre esos jóvenes que regresan a Estados Unidos sin verdadera gloria ni reconocimiento. Aunque la batalla más grande para Powers podría ser su próxima novela. ¿Podrá dejar atrás la guerra de Irak?
Aquí las primeras páginas del libro, cortesía de Sexto Piso.
Los pájaros amarillos
Kevin Powers
Sexto Piso, 2013