Laboratorio Arte Alameda

Reseña

Laboratorio Arte Alameda

4 de 5 estrellas
  • Arte
  • Cuauhtémoc
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Ubicado en el antiguo Convento de San Diego –construido en el siglo XVI– el Laboratorio Arte Alameda alberga creaciones artísticas experimentales. Es el único museo en México dedicado a la exhibición, producción, documentación e investigación de las prácticas artísticas que utilizan y crean diálogo en la relación entre arte y tecnología.

Se caracteriza por realizar obras concebidas especialmente para el espacio, promoviendo así la creación artística nacional e internacional expresa para el Laboratorio. Completa su programación  con  actividades, como conferencias, conciertos, proyecciones de video, seminarios y talleres.

El edificio consta de seis salas o espacios claramente definidos: el atrio, la nave principal, la capilla de Dolores, el claustro bajo y el coro, además de una sala anexa de construcción reciente. El arte y la tecnología se complementan en todas sus exposiciones.

Detalles

Dirección
Doctor Mora 7
Centro Histórico
México, DF
06050
Transporte
Metro Hidalgo
Precio
$30, entrada libre los domingos y para estudiantes, maestros y adultos mayores con credencial vigente
Horas de apertura
Mar-dom 9am-5pm

Qué ocurre

Félix Blume: Variaciones sobre el murmullo

4 de 5 estrellas
Uno de los mayores logros del arte contemporáneo que notamos en los museos de la CDMX es su capacidad para experimentar y transformar los espacios. Un gran ejemplo de esto es la exposición Félix Blume: Variaciones sobre el murmullo en el Laboratorio de Arte Alameda, una muestra que comunica sensorialmente. Sí por la vista, pero sobre todo por el oído y creemos que tiene cosas interesantes para que vayas.  No te pierdas: Exposición de Piñatas Mexicanas.  ¿Qué encontrarás en esta exposición? Está formada por seis instalaciones de cualidad sonora, esto en búsqueda de convertirse en “una suerte de sinfonía donde transitan seis discretos cantos de aquello que pasa en la naturaleza cuando nos detenemos a escucharla”, como nos dice el texto curatorial.  Entonces nos pone en una situación de detenernos, parar el tren y reflexionar sobre todo lo que nos perdemos de nuestro entorno cuando estamos ocupados resolviendo la vida. Cuando permitimos que el silencio nos inunde, es que logramos escuchar ese murmullo.  No se trata solo de cerrar los ojos y oír, ya que lo visual nutre profundamente nuestra experiencia. Las instalaciones se sienten tan creativas como desafiantes, te permiten un par de ellas moverte entre paneles, o estar debajo de una “lluvia de bocinas”.  En contraste con tantas otras exposiciones que llenan su retórica con palabras vacías que no se respaldan por la obra misma, aquí Blume logra algo interesante con los sonidos y, sobre todo, el silencio. Esto último nos parece u
  • Arte contemporáneo
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