Abrió sus puertas en diciembre de 2008 con el objetivo de preservar la memoria sonora, "que es la parte del patrimonio cultural expresada en sonidos y registrada en diferentes tipos de soporte", nos dice Lidia Camacho, directora de la institución.
La Fonoteca tiene cilindros de cera, cintas de carrete abierto, todo tipo de formatos digitales, dats, casetes y una serie de documentos sonoros que forman parte de nuestra riqueza cultural. Han rescatado muchas colecciones que se encontraban en peligro de desaparecer por estar en condiciones de temperatura y de humedad poco adecuadas. Su acervo está conformado por música y paisajes sonoros, entre ellos, siete paisajes que fueron producidos por la Fonoteca en distintos estados de la república.
Para acercarse a todos estos materiales existe una plataforma disponible en su sitio web. "Se trata del mapa sonoro de México, donde el público puede subir los sonidos más significativos de su entorno". Como parte de este relanzamiento también hicieron una selección de sonidos documentales de distintos campos, "con la idea de que en 10 o 50 años, esos sonidos sean parte de la historia y de la identidad. El objetivo es conformar una sonoridad de nuestro país a principios del siglo XXI".
Otro aspecto relevante son las colecciones radiofónicas. La más significativa es la de Televisa Radio, que es una de las más extensas de América Latina. “Incluye series, radionovelas, programas cómicos, culturales, infantiles, más de 145 mil documentos de la W”. Tienen también la colección de Radio UNAM y material de coleccionistas privados.
En su sitio web es posible encontrar estaciones temáticas de música y de arte sonoro. Para buscar detenidamente, tienen una audioteca, en donde se pueden hacer consultas por medio de una computadora. Por otro lado están las sesiones de escucha. "Hay muchas a lo largo del año para que el público sea consciente de que el sonido es muy importante en nuestra vida cotidiana. De estas sesiones se desprendieron dos actividades fundamentales, gracias a la presencia de uno de los grandes creadores del proyecto del paisaje sonoro, Murray Schafer, músico canadiense que se dio a la tarea de documentar toda la sonoridad de su país, y quien estuvo con nosotros e incursionó en las caminatas sonoras", concluye Lidia sobre esta gran labor que encabeza: rescatar el pasado y mirar hacia el futuro.