Es lo mismo pero no es igual. Pata Negra y Salón Pata Negra pueden ser la respuesta a “vamos al Pata”, uno de los bares más populares de la esquina de lo que alguna vez fuera el cine Plaza y que ahora es el foro de conciertos de moda. En la parte inferior el Pata Negra es el lugar ideal para tomar una copa de vino, un mojito, chelear, comer el plato mixto de pinchos o croquetas de jamón serrano, o ya si eres de los aventurados, un rockstar, bebida que combina Jack Daniels y Amareto e incluye instrucciones previas que el gerente en turno o bartender te harán seguir al pie de la letra.
La ambientación está inspirada en los bares españoles. La barra de madera y mármol a todo lo largo del salón, las luz es cálida y los ventanales le harán saber a toda la Condesa que ya saliste de la oficina y que estás precopeando o disfrutando del grupo de jazz, blues o son jarocho en vivo que tocan aquí los lunes, martes y sábado, respectivamente, a partir de las 9pm.
En la parte superior, el Salón Pata Negra tiene entrada propia y aquí la onda es más tropical. La decoración de palmeras al fondo del escenario sirve de marco para bandas de rock, cumbia, soul, latin jazz o djs de electrónica. Eso no es todo, aquí también hay un salón dominó en donde el segundo miércoles de cada mes hay torneos de ficha.
Sí, el éxito de Pata Negra y Salón Pata Negra radica en que tienen actividades para todos. Su reciente menú ejecutivo da la opción para comer temprano y no deja de ser un clásico para el precopeo en la tarde o la fiesta por la noche. También puedes tomar clases gratuitas de salsa o encontrarte con un mago, en las actividades de domingo por la tarde para los niños. Punto de referencia para nacionales y extranjeros. No hay pretexto para no conocerlo.