En este pequeño local junto a los Bisquets de Álvaro Obregón está la miniburger más famosa de la ciudad, con papas hechas en casa. Aquí “todo el mundo” se reúne. Desde la cola del baño hasta la sobrepoblada banqueta, encontrarás a la escena “cool” de la Roma. Si llegas temprano, podrás ser de los afortunados con mesa, o con banquillo en la barra.
De cualquier forma, es un rincón ameno para acompañar la plática con tragos. En pocos lugares sirven tan buenos Hendricks preparados con pepino como aquí, pero además cuentan con una interesante variedad de cocteles. Y de mezcales. Ah, los peligrosos mezcales. Los sirven generosamente, y los barmans acostumbran darte un trago extra si has demostrado el aguante y la templanza de un buen bebedor.