El verbo es chelear pero aquí se conjuga de muchas maneras…
El paraíso para darle forma a tu barriga chelera. Este pequeño bar alberga más de 160 marcas nacionales e internacionales: claras, oscuras, stouts, ales, drafts, artesanales mexicanas. Tú échale. No cometas el oso de pedir una _________ (inserta el nombre de la chela que compras en la tiendita)… aquí debes experimentar. Si no tienes idea, los meseros sabrán orientarte sin hacerte sentir ignorante. Bebe a gusto mientras ingieres sándwiches, pizzas o sabrosas botanas.
La concurrencia es relajada y tan inexperta como tú en cuestiones cerveceriles, por lo que no hay motivos para ser inseguro. Mejor invítale una cerveza a quien más posibilidades le ves de terminar intercambiando fluidos, sólo recuerda que beber chela embellece a las demás personas.
Si quieres llevar tu conocimiento cervecero a un posgrado, cada dos meses se hacen degustaciones por alrededor de $300 pesos. Sales de ahí como experto, o por lo menos mareado y feliz. Venden sus cervezas para llevar y también te las llevan a tu casa.