Sábado final de tarde. Post comida. Aún la ciudad está tranquila. Hasta la Condesa, incluso, es transitable y silenciosa en este paréntesis sabatino. De fondo llegan las notas ligeras de jazz del Fresco by Diego. De la vitrina principal resaltan los postres, mermeladas para llevar, galletas y panes, que el mesero recuerda constantemente que son de elaboración propia. Diego Pérez Turner, chef y dueño, tiene trayectoria en el mundo de la repostería, y ha logrado que los vecinos muchas veces dependan de su buen gusto para sus comidas diarias, siempre frescas, variadas, saludables: ensaladas, pastas, baguettes, pizzas, sopas y los especiales de cada día.
No pedimos nada de eso: ya habíamos comido, nos inclinamos por el mouse de chocolate y maracuyá y la tarta de chocolate y naranja con helado de vainilla. Como acompañante, pedimos un té.
Tiene un aire a bodega de barrio porteño (es decir, con ondas europeas): techos de doble altura, exhibidores aéreos y olores a comida casera.
Se debe tomar en cuenta que el lugar no esta preparado para recibir multitudes, tiene unas cuantas mesas al exterior y en momentos podría resultar mas sencillo pedir para llevar o inclinarte por comprar algunos productos faltantes en tu despensa.