LA novena placa de Radiohead,  A Moon Shaped Pool
Foto: Cortesía XL Recordings
Foto: Cortesía XL Recordings

Disco de la Semana: “A Moon Shaped Pool”, Radiohead

La banda inglesa vuelve a los escenarios con su novena placa

Gil Camargo
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Aunque ya había escuchado “Creep” en algunas ocasiones, supe de la existencia de Radiohead hasta 1997. Mi hermana mayor, sin querer, educó mis oídos y mi corazón con sus canciones.

Recuerdo que a los 13 años mi máximo era un casete (no, no éramos hípsters, éramos pobres) con una presentación en vivo de la banda el 28 de junio de 1997 en Glastonbury. Radiohead, junto con Björk, me ayudaron a olvidar mi tormentosa infancia y, de cierto modo, me hicieron sentir cómodo con todos los cambios que vinieron. Lamieron mis lágrimas cuando lo necesité y me hicieron disfrutar la vida con todo y los pesares que hay en ella.

Han pasado casi 20 años de escuchar su trabajo una y otra vez, por eso todos creen que es fácil hacer una reseña de A Moon Shaped Pool, el nuevo disco de la banda, pero no. Debí haberla escrito hace una semana, pero hasta este momento sigo temeroso de lo que pueda salir de mi cabeza. No quiero escribir una reseña obvia, ni mucho menos una que deje salir a mi quinceañera interior que llora cual believer cada vez que hablo de la mejor banda del universo.

A Moon Shaped Pool, el noveno disco de Radiohead, salió a la luz el pasado 8 de mayo. A la 1pm ya estaba sonando en mi casa. Lo escuché una y otra vez hasta la medianoche. Entre semana lo dejé reposar para encontrar más detalles.

El álbum abre con “Burn the Witch”, el primer sencillo que se dio a conocer el 3 de mayo. El video está dirigido por Chris Hopewell, quién trabajó con ellos en “There, There”. Rápidamente los fans identificaron que el nombre de la canción salió en el arte del sencillo “Go to Sleep” en 2003, además de que apareció en Dead Air Space (el canal de la banda) como supuesta canción de In Raibows. Radiohead nos sorprende con un arreglo de violines y una letra sombría “Stay in the shadows, cheer at the gallows, this is a round-up, this is a low flying panic attack” / “Quédense en las sombras, animen en la horca, este es un ataque de pánico a baja altura”.

Después viene “Daydreaming”, el segundo sencillo que se estrenó el 6 de mayo. El video muestra a Thom Yorke abriendo puertas y entrando a diferentes espacios, volviéndose un laberinto infinito. Algunos fans relacionaron elementos del video con portadas, audiovisuales y fotos de la banda. Se piensa que es un recorrido por el pasado de Radiohead pero no han confirmado nada. La belleza de esta canción radica en el arreglo de piano con la voz de Thom, la cual la vuelve serena, como si se despidiera de algo: “And it’s too late, the damage is done, this goes beyond me, beyond you” / “Y es muy tarde, el daño esta hecho, esto va más allá de mi, más allá de ti”.

“Decks Dark” es de las canciones nuevas o más bien que no se han escuchado en conciertos pasados. El track tiene un coro angelical que me encanta, pero no es trágico como en “Exit Music (For a Film)”, sino más tranquilo: “There’s no where to hide, you won’t look back and you cover your ears, it’s the loudest sound you’ve ever had” / “No hay donde esconderse, no mirarás atrás y cubres tus oídos, es el sonido más fuerte que has escuchado”.

“The wind rushsing round my open heart, an open revine with my spirit white” / “El viento corre por mi corazón abierto, un barranco abierto con mi blanco espíritu”, recita “Desert Island Disk” con una guitarra algo contry. La siguiente, “Ful Stop” ya la habíamos escuchado en la gira de Kings of  Limbs y es todo un viaje auditivo: sonidos espaciales se entretejen con un bajo que parece loop mientras la fantasmagórica voz de Thom va y viene recitando “Truth will mess you up” / “La verdad te arruinará”. Hasta ahora es mi canción favorita del disco.

“Glass Eyes” tiene una voz serena y el arreglo de cuerdas lo resalta. La letra narra un viaje en tren que no es del todo agradable; “I just got off the train, a frightening place” / “Acabo de bajar del tren, un lugar espantoso”.  La última vez que nos visitó la banda interpretó “Identikit” y esta versión de estudio comienza algo melosa, y hasta cierto punto coqueta. El coro explota con la frase “Broken hearts make it rain” / “Corazones rotos que hacen llover”, mientras que unas voces cavernosas se escuchan por detrás.

“The Number” posee un bajo repetitivo y encaja bien con las cuerdas que van y vienen para darnos un poco de realidad: “People have this power, the numbres don’t decide, your system is a lie” / “Las personas tienen este poder, los números no deciden, tu sistema es una mentira”.

“Present Tense” se escuchó por primera vez en un concierto de Thom Yorke como solista. El track posee un ritmo parecido al bossa nova y a la mitad entra la batería para darle la fuerza. De nuevo, el coro angelical regresa y se enlaza con frases como “Stop from falling down a mine, its no one’s business but mine, that all this love could be in vain” / “Para de caer en una mina, no es cosa de nadie, solo mía, que todo este amor podría ser en vano”.

“Tinker Tinker Soldier Rich Man Poor” es la antesala al final con cuerdas y un beat que podría describir como esas luces de bengala que usamos en navidad; “All the birds stay up in the trees, all the fish swim down too deep, and they pray,  Honey, come tome before it’s too late” / “todos los pájaros se quedan en los árboles, todos los peces se quedan nadando en las profundidades y rezan, cariño, ven a mi antes de que sea muy tarde”.

El final llega con una de nuestras canciones favoritas que ¡por fin llevaron al estudio! Esta rola data de las sesiones de Kid A y Amnesiac y podríamos decir que ya fue grabada porque aparece en el Ep en vivo I Might Be Wrong: Live Recordings de 2001.

“True Love Waits” (también conocida como “Moritigi Tempo” y “Awaits”) deja la guitarra acústica y se interna en el mundo de los beats. Cuando la vi en el setlist de A Moon Shaped Pool tuve mucho miedo, porque no sabía a qué me iba enfrentar, pero debo decir que con esta mezcla se clavó más en mi corazón.

La banda oriunda de Abingdon se internó en los arreglos de cuerdas para darle vida a su sonido y lo logró. Sin lugar a dudas, el Radiohead con arreglos de cuerdas es espectacular y demuestra por qué es la mejor banda del siglo XX, de la humanidad, del sistema solar, del universo, de mi corazón y de mi vida. (Atentamente mi adolescente interior).

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