El show de Daredevil, el primero que crearon Marvel y Netflix, fue un gran ejemplo de cómo hacer una serie de superhéroes en live action para un público adulto. Este modelo se replica ahora con Jessica Jones, una serie protagonizada por un personaje homónimo conocido por los comiqueros, pero menos popular entre las masas.
Lo estelariza Krysten Ritter (Jane Margolis, la novia junkie de Jesse Pinkman en Breaking Bad), quien es una antiheroína que usa sus poderes para sacar ventaja de los demás, al mero estilo de Han Solo; además tiene un sentido del humor tan ácido como el de Dr. House y la inteligencia retorcida de Walter White.
La nueva serie desarrolla las vivencias de una superheroína retirada, quien huye de su pasado y ahora se gana la vida como detective privada. La primera temporada es para descubrir la razón por la que la protagonista decidió desaparecer y ocultar sus habilidades, como su gran fuerza, la facultad de volar y la resistencia a los golpes.
Este personaje necesita fortaleza y vulnerabilidad, características que replica con perfección Ritter. La actriz sabe cómo hacer que personajes antisociales y pesimistas logren conectar con la audiencia.
También merecen aplausos David Tennant (Doctor Who), quien nos entrega al villano más terrorífico de televisión: Killgrave, distinguido por su poder para torturar psicológicamente a los protagonistas y al espectador.
Además del argumento y elenco, la estética de la serie te sumerge en una viñeta de cómic y recrea una atmósfera del cine negro; a pesar de no tener la crudeza visual que demostró Daredevil, es oscura y sangrienta.
Hay otras razones para seguirle la pista a Jessica Jones en los 13 episodios de su primera temporada y que la hacen aún más atractiva. En la serie, el interés romántico de la protagonista es el mismo personaje que estelarizará Luke Cage, la siguiente serie de Netflix y Marvel; asimismo conoceremos a Jeryn Hogarth (Carrie-Anne Moss), rol importante en el cuarto programa que coproducirán ambas compañías, Iron Fist.
Jessica Jones resulta un producto maduro y con identidad, lo que le permite destacar de otras series de superhéroes. Le da un valor agregado tener personajes femeninos distintos a lo que solía tener la televisión, pues Jones tiene esencia cínica e insurrecta.