Antes de que este museo existiera como ahora lo conocemos, su pieza principal ya había sido trasladada. La principal atracción es el mural de Diego Rivera, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. La pieza arribó luego de que el terremoto de 1985 afectara el Hotel Prado, donde estaba instalado. Primero en un restaurante y luego en su lobby.
Con todo y pared, el traslado de la obra duró 12 horas para que una vez establecido, se construyera la sala donde sería exhibido.
El mural recorre 400 años de la historia de México y enaltece el folclore. En él, Diego Rivera reflejó la identidad de los personajes que han hecho historia, como Hernán Cortés, Benito Juárez, Porfirio Díaz y Francisco I. Madero. Rivera también incluyó a las personas que marcaron su propia vida, como José Guadalupe Posada, Frida Kahlo o él mismo, de niño.
Aunque el mural es la principal atracción, al año se exhiben cuatro muestras de pintores contemporáneos a Diego Rivera. Además, los sábados y domingos a las 1 de la tarde se realizan conciertos o talleres.
El museo cuenta con visitas guiadas. Como plus, afuera del recinto se organizan juegos de ajedrez. También puedes rentar un tablero para sólo practicar.